Ir al contenido

La alfombra amarilla de ‘La familia de la tele’: de Torrebruno a ‘Potaxie’

La puesta de largo del nuevo programa en RTVEPlay ha sido errática, pero ha permitido ver en su salsa al numeroso equipo de colaboradores

En pantalla, dos mujeres vestidas de negro. Luego sabremos que son periodistas de TVE, Cecilia Revuelta y Patricia Campos. Pero al inicio, ellas dos, sin rótulos ni nada. “¿Esto cómo sabemos que está?”, dice una. “Tiene que estar la luz encendida”, responde la otra. Y así durante una hora. Improvisación, disparate y, en ocasiones, un lenguaje difícil de descifrar para los y las nacidas antes de los 2000. Pero no pasa nada porque la presentación de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En pantalla, dos mujeres vestidas de negro. Luego sabremos que son periodistas de TVE, Cecilia Revuelta y Patricia Campos. Pero al inicio, ellas dos, sin rótulos ni nada. “¿Esto cómo sabemos que está?”, dice una. “Tiene que estar la luz encendida”, responde la otra. Y así durante una hora. Improvisación, disparate y, en ocasiones, un lenguaje difícil de descifrar para los y las nacidas antes de los 2000. Pero no pasa nada porque la presentación de La familia de la tele se hace a través de RTVEPlay y conviene saber que “Fife” se refiere a un hombre heterosexual aficionado al fútbol y que “Potaxie” es un término que se usa para describir a personas que se oponen a los comportamientos machistas y misóginos.

En cualquier photocall pasan cosas incomprensibles y maravillosas. Como que aparezcan dos de los colaboradores de la nueva tarde de TVE y que las reporteras los anuncien como Carlota Corredera y Javi “de Hoyes” en vez de Hoyos. Y que Carlota, más tablas y ganas que nadie, más feliz que una perdiz después de dos años sin que le sonara el teléfono, resuelva el despiste y tire de argumentario. Dirá que vivan las familias inclusivas en las que hay de todo, la tele de todos y todas que da una oportunidad a mujeres de 50. ¿Y por qué no van a estar ellos en esa tele? Espérense a que lo hayan visto para lanzar las críticas. De Hoyos, que ya sabe lo que es pisar Prado del Rey porque colabora en De corazón, no para de sonreír y conecta a los cinco segundos con las reporteras porque las horas de espera de los reporteros de calle unen mucho.

Vienen más colaboradores, Silvia Taulés y Raúl Rodríguez, expertos en lo rosa. Animan a Isabel Pantoja a llevar esa estrella que pesa tanto volviendo a la tele y concretamente a su programa. Luego llegan dos guaperas, Marta Verona y Cesc Escolá, que llevarán la sección de cocina. Ella está vitaminada perdida, es la persona quizá más feliz del mundo. “Hija, Marta, me estoy estresando de tanto concepto”, le dice una de las reporteras, que de inmediato sale de escena para buscar a Belén Esteban. Desde aquí auguro que Marta, embajadora de la vida healthy, saldrá tarifando con la Esteban, embajadora de la ensaladilla rusa y las croquetas. “¡Que en las cocinas de España se quiten las telarañas!”, proclama Verona.

Menos mal que llega doña Chelo García Cortés, que aprovecha, con su condición de historia viva de España, para recordar que ella sabe lo que es Prado del Rey y la tele pública porque ha asistido a todo en tiempo real. Asoma la cabeza Lydia Lozano, que insiste en que la gente debe tener buen rollo y o aportas o te apartas. “El entretenimiento no tiene por qué ser vacuo”, dice Revuelta. Su compañera le aconseja: “Ceci, vamos a dejarlo que tienen que descansar”. A quién no le ha pasado, un momento de intensidad por lo alto.

Víctor Sandoval les pregunta si la tele pública sigue poniendo autobús de ruta para los trabajadores y cuando ellas responden que sí, se pone muy contento. Anima a los espectadores a ver La familia de la tele porque gracias a una de sus secciones no se nos van a morir más las plantas y recuerda sus inicios con 9 años en un programa presentado por Torrebruno. Llega María Patiño con cara de querer acostarse y de no saber en qué mundo vive. Entre sus reflexiones desde su llegada a TVE: “Es todo muy grande. Me he ido a probar ropa y me han cogido el rollo rápidamente”. Campos y Revuelta han aprovechado para “poner en valor” el trabajo de los profesionales del medio.

“¿El veterinario se llama Martín?”, dice una. “No, Fernando, pero mejor vamos a por Belén, ¿no?”, responde la otra. “Ya, pero es que tengo dos gatos, así que me interesa”, dice la primera. Belén se les ha escapado, pero no Fernando, que como es veterinario ya sabemos de qué va a hablar y así nos lo hace saber. Aitor Albizua vuelve a hablar de diversidad como germen de cualquier familia, se han escuchado los gritos de la Esteban ordenando a los colaboradores que posen para la foto de familia. Y llegaron Camela, Dioni y Mariángeles, contentos por ser los autores de la banda sonora de La familia de la tele. No pueden decir nada pero sonará, claro, a Camela.

“Si lo sientes a la gente le llega. Cuando sube la adrenalina se nota en el directo”, afirmará Cecilia Revuelta minuto y medio antes de la desconexión. Ellas se despedirán, pero la emisión continuó un poco más con los micrófonos encendidos. Esos que los carga el diablo, aunque en esa ocasión no hayan dicho nada susceptible de bronca o, lo que es peor, de hacerse viral.

Sobre la firma

Más información

Archivado En