El Papa intenta calmar a liberales y conservadores para que no bloqueen discusiones del sínodo
El Pontífice da inicio a la primera sesión y lamenta que se haya afirmado que «vamos a hablar de algunas hipótesis, como el sacerdocio de las mujeres»
Avisa de que no hay lugar para «estrategias humanas, cálculos políticos o batallas ideológicas»
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Tras la experiencia traumática de sus últimas ediciones, el Papa Francisco quiere «proteger» al sínodo tanto de las presiones internas por parte de exponentes extremistas que pueden monopolizar las discusiones, como de las presiones externas, supuestamente impulsadas por medios de comunicación para imponer un ... relato. Para atajar las segundas, pidió este miércoles a los participantes que «ayunen de palabra pública» y no hagan declaraciones ni concedan entrevistas.
«Se dijo que el Sínodo de la familia era para dar la comunión a los divorciados; que el de la Amazonia, era para la ordenación de hombres casados. Ahora, que en este vamos a hablar de algunas hipótesis, como el sacerdocio a las mujeres», lamentó el Papa en la primera sesión plenaria de la asamblea, ante sus 464 participantes. «Por eso, para custodiar el sínodo hace falta un ayuno de la palabra pública. Pido a los periodistas que hagan entender que la prioridad aquí será escuchar», añadió.
Cansado de varios días de encendido debate, especialmente a causa de la solicitud de cinco cardenales de que el Papa aclarase preventivamente cinco dudas morales y doctrinales para marcar las líneas rojas del sínodo, Francisco ha propuesto una «pausa durante la que la Iglesia se detenga para escucharnos».
Pero como dentro del sínodo hay exponentes de ambas corrientes, este miércoles por la mañana en la misa de apertura del «Sínodo sobre la sinodalidad» advirtió de que en esta reunión no hay espacio para «estrategias humanas, cálculos políticos o batallas ideológicas». Subrayó que se trata de un encuentro en primer lugar espiritual, pues «no estamos aquí para celebrar una reunión parlamentaria o un plan de reformas sino para caminar juntos, con la mirada de Jesús».
«Ni escapatorias ideológicas ni trincheras»
El Papa se dirigió en la ceremonia especialmente a esas dos minorías extremistas que han protagonizado los debates previos al sínodo. Ante los 25.000 peregrinos dijo que «en medio de las olas a veces agitadas de nuestro tiempo, la Iglesia no se desanima, no busca escapatorias ideológicas, no se atrinchera tras convicciones adquiridas, no cede a soluciones cómodas, no deja que el mundo le dicte su agenda».
Les advirtió luego de «dos tentaciones peligrosas: la de ser una Iglesia rígida, que se acoraza contra el mundo y mira hacia el pasado; y la de ser una Iglesia tibia, que se rinde ante las modas del mundo; la de ser una Iglesia cansada, replegada en sí misma». En su lugar, es «una Iglesia que tiene a Dios en el centro y, por consiguiente, no crea división internamente, ni es áspera externamente».
Tras tres años de preparativos, el Papa estaba satisfecho de ver en marcha su proyecto más ambicioso en esta fase del pontificado. En esta asamblea consultiva participan 464 personas, de las que 365 tienen derecho a voto. Hasta el próximo 29 de octubre entablarán una reflexión sobre la Iglesia, en concreto sobre «comunión, misión, y participación» entre y de los católicos.
Según explicó a ABC el coordinador de los preparativos de esta asamblea, el sacerdote Giacomo Costa, «se trata de desear y tener en cuenta que en la Iglesia hay opiniones no homogéneas, pero que hay que caminar juntos. No se trata de defender opiniones diferentes, sino de ver en estas tres semanas cómo, andando juntos, las voces se componen y permiten afrontar juntos esas dificultades».
Por primera también vez podrán votar «no obispos», una novedad especialmente para mujeres y laicos, pues en el pasado había votado algún sacerdote. Las 54 mujeres con derecho a voto constituyen un 14,8% de los participantes. Entre ellas hay dos españolas, la teóloga laica Cristina Inogés y la monja Xiskya Valladares, estrella de las redes sociales, con más de setecientos mil seguidores en TikTok.
«Estamos muy contentas, y un poco emocionadas», ha explicado a ABC Cristina Inogés mientras entraba en la sala de reuniones. «Espero votar con la 'v', no con la 'b'», ha bromeado. «Eso, que no te boten», le ha hecho eco con buen humor la religiosa jesuitina Maria Luisa Berzosa, otra de las españolas que participa en calidad de «facilitadora».
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Los organizadores del sínodo han rediseñado la sede donde se celebran las reuniones, el Aula Pablo VI, para evitar que se parezca a un parlamento. Para facilitar en la práctica el diálogo y la escucha, en lugar de ocupar asientos como en un auditorio, los participantes están repartidos en torno 35 mesas redondas, divididas por idiomas.
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